En la poesía de los aztecas se pueden distinguir, ademas de los poemas épico-históricos y sagrados, tres tipos de lírica: los Cantos de las Flores Xochicnicatl), los Cantos de Tristeza (Icnocuicatl) y los breves Cantos Filosóficos que se asemejan al haikú japonés:
Por
segunda vez no venimos a la tierra
Príncipes
chichimecas
¡Gocemos!
¿Llevaremos
nuestras flores a la muerte?
Solamente
prestadas las tenemos.
En el imperio incaico, esa poesía era realizada por los amautas. Los poemas
líricos en lengua quichua ofrecen una variedad de combinaciones y versos de
arte menor, desde trisílabos (3 sílabas) a octosílabos (8) y eneasílabos (9).
Eran cantados en cosechas y otras fiestas rurales, con un diálogo entre el
poeta y el coro, al modo de la tragedia griega.
El aymoray estaba destinado a las festividades agrícolas; el haylle era de tema
rural y heroico; el yaraví era una canción triste con tema sentimental; en
tanto que el hurpi y el huayno tenían una poesía de carácter amatorio:
Manto tejido
de flores llevas
su trama es hecha
con hilos de oro
sus finos flecos
están atados
a mi ternura.