Yo soy el cielo invisible
hilando mar a tus puertas
Después de mí
perduran causas
En mi final
vuelve la luz
El mundo me ha prestado esta sabia armonía
ensoñar y existencia
Tocar con jade
otro huésped en mi corazón
dar bienvenida al eje poderoso
el temor y el temblor
las bondades ocultas
Encontrar la verdad y no verle su rostro
Perseguir la canción y no asirle la espalda
Compartir la promesa. Evocar claridades
Animal similar convertido en viajero
¿qué puede transportar si no es la ola?
Avecíname un gesto
quemado, perfumado
La estación amarilla
Del libro inédito: Viajes dentro